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Es admirable Dios y es excelso en sus santos,
y con su omnipotencia sólo El hace milagros.
Los santos por la gracia del Todopoderoso
pueden realizar muchos prodigios milagrosos.
Y por eso Santiago irradia a todo el mundo
de santa virtud lleno cual pío taumaturgo.
Columna es de la patria, del reino guardia y fuerza,
y de piadosos votos salud que siempre llega.
La ciudad de Clermont (3) y la noble del Puy
conocen las murallas muy bien de San Florín (4).
De aquí vino a Santiago y contó un peregrino
cómo la vida había sido devuelta a un niño.
A la edad de tres años abandonó la vida
sus miembros de la puesta del sol al nuevo día.
Los padres no cesaban en sus amargos llantos
ni de hacer oraciones y votos a Santiago.
Para el día siguiente se dispone el entierro
del cadáver llorado por continuos lamentos.
Cuando Santiago siempre propicio resucita,
con su abundante gracia al niño la nueva vida.
¿Quién puede contar tantos, tantos elogios dichos
y las ofrendas hechas por tantos peregrinos?
Del niño al propio padre ha contado la hazaña
y en señal ha traído la pequeña mortaja.
Este hecho milagroso del Señor obra fué,
cuyo honor son sus santos, su gloria eterna. Amén.
Esto fue realizado por el Señor y es admirable a nuestro ver.
Amén.